Las "paradojas" a la ley de la demanda que explican la formación de mercados negros - VIA 712

Weblog de Rafael J. García Marval.


 

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sábado, 30 de mayo de 2020

Las "paradojas" a la ley de la demanda que explican la formación de mercados negros

Probablemente usted haya oído a algún economista citar la "ley de la demanda"; conjuntamente con la "ley de la oferta", conforma uno de los epistemes más sólidos de la Ciencia Económica (quizás también le parezca que queremos explicar toda la realidad de los mercados con estas relaciones y sin duda nos califique como reduccionistas, pero no es así).

Image by Steve Buissinne from Pixabay

Algunos eminentes epistemólogos {V.G. Morín y Bunge} también cayeron en esta trampa hasta que, guiado de algunos Economistas académicos de su medio, descubrieron que eso no era, ni por asomo, todo lo que en el campo del funcionamiento de los mercados ha logrado teorizar esta disciplina. (Incluso ambos se retractaron de sus posturas aprioristas {y algunos ¿investigadores "posmo"? aún no lo saben}).

En su versión mas sintética, esta ley expresa que «las cantidades demandadas varían de una manera inversamente proporcional a las variaciones de los precios en condiciones de "œteris paribus"».

Este modelo, que deslumbra por su simplicidad. Salvando las distancias de fondo, me atrevería a compararla con la teoría de la relatividad en cuanto a la estética de su parsimonia.

Pero quizás para usted esa «frase» no logre explicar claramente algunas realidades que ve y vive cotidianamente. Entre estas realidades (aparentes «paradojas») figuran, por poner algunos ejemplos el estraperlo, los mercados negros, el efecto de la ilusión monetaria (aumento aparente de precios en el tiempo por causa de la inflación), y un largo etcétera de situacionesla. Aunque menos evdentes están los casos de los bienes Giffen (o bienes inferiores) y los bienes Veblen (o bienes de lujo), los cambios tecnológicos, las innovaciones y muhos más, casi todos estudiadas y previstas por la Ciencia Económica.

Resulta imposible pretender enlistar todas esas  «aparentes paradojas» de la ley de la demanda que descansan en los inventarios teóricos, pero toda estas se engloban en la "suspensión" de la condición final de su sentencia: el "œteris paribus".

Esto es un recurso que abre una complejidad de situaciones al tiempo que las niega, es decir, el enunciado es cierto bajo esta condición que al eliminarse abre un abanico de posibilidades en las cuales se puede encajar la realidad que se vivencia.

Para entenderlo mejor, "œteris paribus" traduce algo como "todos los demás factores permanecen iguales", y debe entenderse como que en este juego solo intervienen los factores enunciados literalmente {lo demás queda fuera}. En este caso solo se consideran los precios y las cantidades demandadas; los otros determinantes, sin negarse, no intervienen.

Pues bien juguemos con esta ley, como lo solemos hacer los Economistas...

Suspendamos el "œteris paribus" e incorporemos al modelo unos elementos {y solo esos elementos} «las expectativas de escasez e inflación de los consumidores». Demanda, Precios y expectativas, dejemos todo lo demás constante.

Corramos el modelo de la ley de la demanda con ese trinomio.

Sabemos ciertamente que si los precios suben la demanda baja (o viceversa); pero si los consumidores "sienten" que los precios van a seguir subiendo aún mucho más a largo plazo, trataran de cubrirse adquiriendo hoy más bienes, claro que en sus expectativas subjetivamente deben vislumbrar precios futuros muchos mayores en el largo plazo que en el mediano.

Por ejemplo, Si usted compró tres kilos de Arroz en Bs. 100 c/u. la semana pasada y hoy va al mercado y el precio aumenta a 150 Bs./Kg. debería comprar menos. Pero si usted cree que la semana próxima va a estar en 200; entonces optará por comprar mas de tres kilos hoy para evitar el precio futuro (estaría demandando más arroz a pesar de que el precio es más alto. {paradoja de expectativa inflacionaria}).

Lo mismo pasa si de repente se forma la expectativa de que va a escasear totalmente. Dependiendo de la elasticidad de la demanda (lo necesario del bien) y de lo perecedero del bien, las personas optarán por demandarlos hoy aunque el precio esté subiendo, porque vislumbran que pronto no va a poder conseguirlo a ningún precio (paradoja de expectativa de escasez).

Estas dos aparentes paradojas (no son tales, en realidad se formulan bajo la misma lógica de la ley de la demanda) explican algunas de las «complejidades» que los venezolanos vemos hoy día en forma de compras irracionales (como equivocadamente calificamos a los que compran a pesar del aumento de los precios) y especialmente la formación de los «mercados negros» en los cuales los consumidores tiene "la voluntad" de pagar a precios más altos a los estraperlistas (incluso ocasionando inconscientemente un terrible daño moral con su acto de "racionalidad económica").

Es así como, jugando con la teoría, podemos explicar por que se venden algunos alimentos importantes más caros, los medicamentos o la gasolina a precios exorbitantes en mercados paralelos.

El quiebre de las expectativas es difícil en un país donde la politiquería proselitista subordina el acontecer social; pero es un asunto cuyo trato no se debe posponer. Generar confianza es fundamental para que los mercados se aproximen a la eficiencia.

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