Song to Song (2017) - VIA 712

Weblog de Rafael J. García Marval.


 

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domingo, 3 de mayo de 2020

Song to Song (2017)

Hoy vi “Song to Song”, una película de Terrence Malick (guión y dirección) que me llamó la atención más por su reparto (Natalie Portman, Rooney Mara, Ryan Gosling, Michael Fassbender, Cate Blanchett, Val Kilmer, etc.) que por su sinopsis (que nunca leí). Su cartel tampoco ayudó a despertar interés, me pareció otra historia de músicos sacrificando todo por el éxito (y me equivoqué).

Natalie Portman. Vía: @Songtosongmovie

La descargué y pasó casi dos semanas guardada. Hace tres días me dispuse a verla.

Les comento que la vi, no en dos, sino en tres tiempos. La primera vez comencé muy tarde, avanzada la noche, y me dormí antes del minuto 15 (no culpé a la película, sino a mi edad); la segunda vez, ayer, un poco más temprano, llegué apenas un poco más lejos en la historia (ahora, pude darme cuenta que el problema no es mi edad).

Hoy al mediodía, ¡Al fin! la pude ver de cabo a rabo, y sin pestañar (porque estaba preparado para eso).

El problema es la dinámica del relato, o mejor dicho la ausencia de la misma. El relato tiene una construcción complicada que a veces luce detenida. En el fondo esta es una historia que se puede resumir en cinco minutos casi con todos sus detalles; pero que acá se “expande” como incluyendo entre escena y escena, mas escenas (como fractales de secuencias alternativas que se repiten desde otros ángulos). Esto tiene su sentido, pero a costas de la atención del espectador.

Cartel oficial de la película. Vía: @Songtosongmovie

En mi opinión, este es un film experimental. Tengo la impresión que en un alto porcentaje del tiempo los actores no tenían la más mínima idea de cómo plantar(se en) las escenas. Es como si no hubiera una coreografía. Como que la cámara iba por donde el Camarógrafo (o el Director) decidiera en el momento. Los actores, pues a improvisar parcialmente y a tratar de no dejarse sorprender. Claro que hay una historia predeterminada, un marco donde estas escenas tratan de armonizarse; pero son muchas las partes donde los actores “parecen sorprenderse” de lo que está pasando (También tengo la impresión de que gozaron un montón haciendo esta película, con esta modalidad).

Esto me pareció estupendo, pero por alguna razón, no contribuyó a darle dinamismo al film.

El otro aspecto notable es que todo es visto desde el interior de los personajes, no desde el exterior (la historia se relata desde adentro y se muestra desde afuera). Casi no hay diálogos, sino voces en off que muestran literalmente los pensamientos de los personajes. No es un film en primera persona como tal, es en "varias primeras personas"...

Quizás ese exceso de introspectiva compleja (original e interesante) terminó congelando más la historia y exigiendo del espectador capacidades comprensivas bastante elevadas.

El otro aspecto notable es la fotografía (a cargo del mexicano Emmanuel Lubezki). Ésta muestra una estética desaliñada pero hermosa (en mi criterio es lo más rescatable del film), predomina una especie de efecto “ojo de pez” que nos ayuda a compartir la introspección que se busca. Esa pequeña distorsión también hace naturales las tomas que acompañan a la historia. (La vi en HD y disfruté las imágenes).

Pero más allá de lo que se plantean estas originalidades, no logré que la historia me despertara algún interés. No conecté, no hubo un solo instante de sorpresa, no hubo nada que me provocara curiosidad en el desenlace, todo me pareció previsible (y lo fue). Quizás algún hecho aislado, que incidentalmente ocurre, llega a llamar la atención. Pero el hilo de la película se centra más en reflejar la introspección, que en la dinámica de la historia. (Y como sea, el cine es movimiento).

El tema del triángulo amoroso (que en realidad, en esta historia, es otra figura geométrica) pudo ser más dramáticamente explotado. Para mí,  el personaje de Faye (Rooney Mara) es interesantísimo.
La película vuelve trillar la relación del amor con las necesidades y las consecuencias de esto.

Yo no quedé satisfecho a pesar sus virtudes cinematográficas.

¿Recomendarla? Quizás sí, pero con la advertencia: prepárese para una película que exige la mayor atención posible para entenderla, al mismo tiempo que trata de anestesiarte.

MI DICTAMEN: ★ ★ ✩ ✩ ✩ Regular

Nota: La película es la tercera de una la trilogía de Malick sobre las relaciones de pareja, las anteriores fueron "To the Wonder" (2012), y "Knight of Cups" (2015).

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