La culpa del brote margariteño de COVID-19

Aclaro previamente que los brotes aparentemente espontáneos de COVID-19, en la mayoría de los casos, no deben ser calificados como negligencia. Estos son (si se quiere) "normales"; los que saben de estas cosas los esperan hasta en los lugares más improbables; así como se esperan las olas recurrentes posteriores a los primeros "aplanamientos" de la curva de contagio.

Imagen de Juraj Varga en Pixabay

La complejidad de un virus tan contagioso hace que el manejo de la expansión sea difícil de controlar.

Toquemos el caso de Margarita y la indeseable guerra de "culpas" que se ha desatado. (Supongamos negligencia de alguna entidad "X" por determinar, lo cual es probable a pesar de la aclaratoria previa):

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Si hay una declaratoria de "emergencia nacional", el responsable de esa emergencia "nacional" en todo el territorio es el "Gobierno Nacional", no hay de otra. Su ámbito de acción es el país completo, su capacidad logística es mayor y la necesidad de acciones coordinadas lo hacen el protagonista lógico. Es quizás, desde que el chavismo llegó al poder, la única oportunidad de centralización que ha tenido sentido alguno.

Eso no excusa a los gobiernos locales (regionales y municipales), porque en este caso la concurrencia es obligatoria (y moral), pero significa que cualquier acusación de negligencia es atribuible, en primer término (pero no único), al declarante de la emergencia y luego a los niveles menos centralizados.

Lógicamente, la culpa no es un asunto excluyente. Muchos, en su falta de razón, quieren tratarla de esa manera. Que una entidad tenga culpa, no exime a otra... (esto es tan básico que me da vergüenza ajena tener que aclararlo).

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Si una entidad se atribuye el éxito ex-antes de algo, tiene que estar preparado para que le atribuyan el fracaso en caso de no tener éxito ex- post.  No es posible atribuirse lo "bueno" como mérito propio y, en el mismo ámbito, de lo malo culpar a otros... (de hecho suena muy tonto argumentarlo).

Acá lo que pasa es que prevalece el oportunismo politiquero y eso marca las intenciones de las matrices de opinión.

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En mi modesta opinión, ante la guerra de "culpas" sobre el brote de Nueva Esparta, si los politiqueros venezolanos sirvieran de algo estarían trabajando sobre como resolver el asunto seriamente, con cifras coherentes y ciertas, con acciones eficientes; en vez de estar distrayéndose con "pajuatadas" de poca o ninguna importancia en este momento. Dejen el asunto de las "culpas" para después o nadie va a sobrevivir para  descubrir a los culpables...

Por Dios!!!!