La quema de los libros de la UDO-Sucre... - VIA 712

Weblog de Rafael J. García Marval.


 

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miércoles, 3 de junio de 2020

La quema de los libros de la UDO-Sucre...

¡La imagen por si misma es dantesca!

Vía: @sketa0

Al verla se hace inevitable rememorar escenas repugnantes de la historia de la humanidad; por ejemplo: la quema de libros en la edad media por la inquisición católica (bien representada en la ficción por la novela «El nombre de la Rosa» de Humberto Eco); también los sucesos de la Alemania Nacionalsocialista {nazi} en la Bebelplatz (1933); o la política del socialismo soviético ejercida a través de la Goskomizdat (el departamento de censura de la extinta URSS para medios impresos); entre otras.

Así, este absurdo parece repetirse cada vez que la brutalidad necesita imponerse. Quizás se trata de un ciclo en el cual periódicamente la ignorancia se une a la maldad y saca una de las peores dimensiones de la condición humana: La aversión al conocimiento y a todo aquello que lo represente.

La imagen que acompaña a estas impresiones son recientes y cercanas. Se trata de la quema de los libros de la Biblioteca Central del Núcleo Sucre de la UDO.

Lo perdido allí tiene valor material altísimo y algunas de esas cosas no son recuperables...

En el plano inmaterial esto es invaluable; pero de alguna forma también ETERNO. Esas instalaciones tienen un espíritu que vive en la cantidad de Docentes, Investigadores y Extensionistas que hemos usado sus servicios; en los cientos de miles de Estudiantes; en los ciudadanos comunes que se beneficiaban sin ser miembros de la comunidad universitaria, incluso en jóvenes de otras universidades o de liceos públicos. Mientras quede uno  de nosotros que lo recuerde, que lo referencie, que testimonie lo que fué... su imagen prevalecerá.

En el plano social, esto revela la profunda degeneración en la se ha sumido al país en estos últimos 20 años.

Se hace necesario recordar que éste es el más reciente acto de destrucción contra este campus de la UDO, atacado con completa libertad por fuerzas destructoras durante más de dos años.

Ese "cascarón" que hoy luce vacío, que otrora fue el centro del orgullo sucrense y oriental, ha sido dejado a su suerte en un país sumido en el más profundo escenario de delincuencia gracias a la negligencia del estado, a la corrupción policial, a la politización del sistema judicial y a la peor plaga que pueda afectar a un país: el socialismo (y su consecuente degradación de la condición humana).

 
 
 

 
 
     
 
Imagenes de Mariangela Ruiz

¿Quién fue? No lo sé...

Circulan en las redes sociales muchas tesis: que si los del Gobierno que quieren echar mano de las instalaciones, que si los de "la quinta" quieren destruir los vestigios de "la cuarta", que si los delincuentes se vengan de la universidad porque ya no tiene que robar, que si gente de "adentro", que si gente de "afuera".

Los más cínicos (hablando de cínismo filosófico) pudieran ver esto como una revancha justiciera de la historia (la UDO fue fuente de germinación, crecimiento y protección de muchos factores de la izquierda, ¿que destino podría tener, si alimentó y consolidó ideologías parasitarias? ).

Pero la sensación que rebota con mas fuerza entre las vocaciones de mis hemisferios cerebrales es que la verdadera culpa la tenemos todos los cumaneses, si, ¡todos!. Porque hemos visto con indiferencia cómo se destruye el principal activo intelectual de nuestra ciudad y no nos afecta en nada. Hablo de Cumaná porque si bien toda la UDO se ha visto afectada por la delincuencia y por la negligencia de los gobiernos en defenderla (cómo todas las instituciones en la actualidad), es en Cumaná donde parece que todo se desintegró y evaporó como el humo de esos libros.


A más largo plazo yo sigo esperanzado, sigo viendo a la UDO, al Oceanográfico, a las Escuelas de Ciencias, Matemáticas, Administración, al comedor, al auditórium, a los laboratorios de informática, a APUDONS, a la Biblioteca Central, al Núcleo-todo renacer... y hacerlo con mayor grandeza que la que tuvo hasta hace unos pocos años atrás.

Ese es su inevitable destino. No existe un plano multiversal en el cual la maldad y la ignorancia gane el último round, aunque se adjudique los primeros.


Eso sí, mientras tanto seguiremos siendo Udistas porque eso no es un credo ideológico {la providencia me libre de caer tan bajo como para subordinarme a una ideología}; ser Udista es una realidad...

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